-.Licda. Myrna Pierre Dixon.-
A propósito de la pregunta que me hizo un joven, quiero compartir la respuesta públicamente. Me opongo a la concesión de los puertos porque va a traer para los limonenses consecuencias similares a las que sufrimos hace 15 años cuando se cerró el ferrocarril: más desempleo, aumento de la delincuencia, más drogadicción, y una terrible depresión en la economía local. El empobrecimiento va a ser para la provincia entera, porque los aportes de JAPDEVA para obras de desarrollo se van a recortar drásticamente, y acciones como la compra de recolectores de basura que se hizo recientemente en el cantón central, con varios cientos de millones de colones donados por JAPDEVA, ya no las veremos más. Esos dineros pasarán a engrosar las ganancias de algún concesionario privado. Hace más de 3 años empecé a observar los datos reales emitidos por CEPAL y vi que los puertos de Limón y Moín se mantienen entre los primeros 15 lugares, siendo de los más eficientes entre 65 puertos de América Latina. He leído el plan Maestro portuario y sé que los políticos que administran JAPDEVA se están saltando la FASE 1 que los obliga a equipar y ampliar las áreas que están en funcionamiento. Ahora dicen que no hay dinero, pero no han gestionado el aumento de tarifas en más de 20 años, a pesar de todos los aumentos en los costos de producción por las crecidas en el precio del petróleo y otros factores. También leí los carteles de licitación de la concesión, y para beneficiar al concesionario tramitaron para que asuma con un jugosísimo aumento de la tarifa apenas ingrese. Esto fue aprobado en tiempo récord ARESEP. Entonces estoy convencida que el problema de JAPDEVA es que tiene a las personas inadecuadas administrándola: en su Junta Directiva tiene empresarios cuyas empresas son usuarias de los servicios portuarios y han influenciado a los demás para que no les aumenten las tarifas y así abaratar los costos a sus empresas. También tiene varios directores que no saben nada sobre la actividad; y siempre ha tenido políticos en la presidencia ejecutiva y en las gerencias, tomando las grandes decisiones técnicas y gerenciales sin ninguna pericia en el ramo. Conclusión: la concesión de estos puertos es la estafa social más grande que se hará al pueblo limonense y al país, porque se va a regalar un excelente negocio para que lo aproveche un grupo privado, sacrificando los beneficios que el mismo reporta en estos momentos a toda la Nación. El día que dejen que JAPDEVA sea administrada por especialistas en materia portuaria, que apliquen las reglas mínimas de administración, planificación y mercadeo, veremos equilibrio en sus finanzas. Así ocurrió con el canal de Panamá. Esto es una exigencia que debemos hacer todos los limonenses, porque nosotros somos los beneficiarios directos de los excedentes de JAPDEVA, y por Ley está obligada a invertirlos en el beneficio de todos nosotros.
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